sábado, 26 de noviembre de 2016

Cuento "Las Reliquias de la Muerte"




      ... Había una vez tres hermanos que viajaban a la hora del crepúsculo por una solitaria y sinuosa carretera. Los hermanos llegaron a un río demasiado peligroso para cruzarlo a nado. Pero gracias a sus destrezas en las artes mágicas agitaron sus baritas e hicieron aparecer un puente. Antes de poder cruzar, una figura encapuchada les cerró el paso.
          
        Era la muerte, y se sentía contrariada porque normalmente los viajeros se ahogaban en el río. Pero era muy astuta, y fingiendo felicitar a los tres hermanos por sus poderes mágicos les dijo que cada uno tenía opción a un premio por haberla eludido.  El mayor que era un hombre muy combativo, pidió la varita mágica más poderosa que existiera, una varita capaz de hacerle ganar todos los duelos y la muerte le regaló una proveniente de un sauco cercano. El hermano mediano que era muy arrogante, quiso humillar aun mas a la muerte y pidió el poder de devolver la vida a los muertos. La muerte cogió una piedra de la orilla del río y se la entregó. Por último, la muerte preguntó al menor que deseaba. Este humilde y el más sensato de los tres, pues no se fiaba de la muerte, le pidió algo que le permitiera marcharse de aquel lugar sin que la muerte pudiera seguirlo. Y la muerte, de mala gana le entregó su propia capa invisible. Entonces la muerte se apartó y dejó que los tres hermanos siguieran su camino.


        El hermano mayor viajó hasta una lejana aldea, donde varita de sauco en mano, mató a un mago con quien antaño mantuvo una disputa. Borracho por el poder que esa barita le había concedido, llegó a una posada donde se jactó de ser invencible. Pero esa noche, mientras dormía, otro mago le robó la varita y por si acaso le cortó el cuello. Y así fue como la muerte se lo llevó. Entre tanto el mediano viajó hasta su hogar donde vivía solo. cogió la piedra y la hizo girar tres veces en su mano. Para su gozo, vio aparecer ante él la figura de la muchacha con la que se habría casado de no ser por su prematura muerte. Pero la muchacha estaba triste y distante, pues no pertenecía al mundo de los mortales. El hombre enloquecido por su nostalgia se suicidó para reunirse de una vez por todas con su amada. En cuanto al menor, la muerte la buscó por muchos años pero nunca logró encontrarlo. Solo cuando este logró alcanzar una edad muy avanzada, se quitó la capa de invisibilidad y se la regaló a su hijo. Recibió a la muerte como a una vieja amiga y como iguales ambos se alejaron de la vida...



El cuento "Las Reliquias de la Muerte" se incluye en "Los cuentos de Beedle el Bardo".


No hay comentarios:

Publicar un comentario